We create our context  

We control our choices  

We live in the world we build and believe in  
 
 
Creamos nuestro contexto

Controlamos nuestras elecciones
​
Vivimos en el mundo que construimos y en el que creemos. 
 
 
 
 
 
 
 
“Love in the genes. If it fails, we will produce no sane man again.”
– George Oppen
 
“There is a word-soul, and each person is here to carry that word-soul…”
– Cecilia Vicuña

​
​
“Amor en los genes. Si falla, no volveremos a producir un hombre cuerdo”.
– George Oppen

“Hay una palabra-alma, y ​​cada persona está aquí para llevar esa palabra-alma…”
​– Cecilia Vicuña

You have power.
You are a Center of the World.
You can change society one relationship at a time.
​

​
Tienes poder.
Eres un Centro del Mundo.
​Puedes cambiar la sociedad una relación a la vez.

​
(silly but useful map)   (mapa tonto pero útil)

​

​Context, Intention, Expectations, and Choice:

​Our creative spaces, like many sacred places, currently play host to the patterns of social stratification and all its subsequent corrosive impacts on authentic, healthy connection and by extension our individual and collective health. Community building has become a largely utilitarian action, resulting in a neglect to meaningful connection and community for its own sake, a necessity to the human spirit, to our wellness and emancipation from our legacies of oppression and abuse.

​We have the opportunity to transform spaces that have become contexts in which to shift social order while perpetuating toxic individualism and hierarchy into spaces to connect meaningfully, affirm our sense of equity and true community, and challenge our dependence on every form of hierarchy by becoming conscious of our context, intentions, expectations, and choices each time we gather.
These 4 things inform our culture with as much if not more power than our art.

In order to meaningfully connect, it is essential that we challenge illusions that any one person is more important than another. We need to de-stratify our behavior, our thinking and our language in order to fully reconnect with ourselves, each other, and our shared world. We need to emphasize how we treat ourselves and each other over any other form of work that we do.

When we shift our intentions to seeking trust, being trustworthy, and to giving and receiving respect in place of watching for shifts in social order, behaving defensively, and the other choices many of us have adopted to survive legacies of Patriarchy, White Supremacy, and all forms of imbalance, we reclaim power over the relationships we create, the society we create, the legacy we leave. We increase our collective sense of safety and belonging. We decrease our experiences of chronic stress. We address rising rates of severe health issues, many of which are symptoms of our lost connection to ourselves and each other.

By coming together to connect meaningfully, equitably, and generously, with grace, compassion, playfulness, and courage in opposition to the power structures we still live with today, we can emphasize the inherent value of one another over imposed values on who we know and what we do. We can do this anywhere, at any time.

We can support one another in this intentional change as a group, or we can choose to change our perspective, our intentions, and our choices in any space as individuals. Either way, the change to our culture would be real and lasting. 

​

Contexto, Intención, Expectativas y Elección:

Nuestros espacios creativos, como muchos lugares sagrados, actualmente albergan los patrones de estratificación social y todos sus impactos corrosivos posteriores sobre la conexión auténtica y saludable y, por extensión, sobre nuestra salud individual y colectiva. La construcción de comunidades se ha convertido en una acción en gran medida utilitaria, lo que ha resultado en un descuido de una conexión significativa y de una comunidad por sí misma, una necesidad para el espíritu humano, para nuestro bienestar y emancipación de nuestros legados de opresión y abuso. ​

Tenemos la oportunidad de transformar espacios que se han convertido en contextos en los que cambiar el orden social mientras se perpetúa el individualismo y la jerarquía tóxicos en espacios para conectarnos significativamente, afirmar nuestro sentido de equidad y verdadera comunidad, y desafiar nuestra dependencia de toda forma de jerarquía al convertirnos en conscientes de nuestro contexto, intenciones, expectativas y elecciones cada vez que nos reunimos. Estas 4 cosas informan nuestra cultura con tanto, si no más, poder que nuestro arte.

Para conectarnos de manera significativa, es esencial que desafiemos las ilusiones de que una persona es más importante que otra. Necesitamos destratificar nuestro comportamiento, nuestro pensamiento y nuestro lenguaje para reconectarnos completamente con nosotros mismos, con los demás y con nuestro mundo compartido. Necesitamos enfatizar cómo nos tratamos a nosotros mismos y a los demás por encima de cualquier otra forma de trabajo que realicemos.

Cuando cambiamos nuestras intenciones a buscar confianza, ser dignos de confianza y dar y recibir respeto en lugar de observar cambios en el orden social, comportarnos a la defensiva y otras opciones que muchos de nosotros hemos adoptado para sobrevivir a los legados del patriarcado, la supremacía blanca y la En todas las formas de desequilibrio, reclamamos poder sobre las relaciones que creamos, la sociedad que creamos, el legado que dejamos. Incrementamos nuestro sentido colectivo de seguridad y pertenencia. Disminuimos nuestras experiencias de estrés crónico. Abordamos tasas crecientes de problemas de salud graves, muchos de los cuales son síntomas de nuestra pérdida de conexión con nosotros mismos y con los demás.

Al unirnos para conectarnos de manera significativa, equitativa y generosa, con gracia, compasión, alegría y coraje en oposición a las estructuras de poder con las que todavía vivimos hoy, podemos enfatizar el valor inherente de unos a otros por encima de los valores impuestos a quienes conocemos y lo que hacemos. Podemos hacer esto en cualquier lugar y en cualquier momento.

​Podemos apoyarnos unos a otros en este cambio intencional como grupo, o podemos optar por cambiar nuestra perspectiva, nuestras intenciones y nuestras elecciones en cualquier espacio como individuos. De cualquier manera, el cambio en nuestra cultura sería real y duradero.